“Es un buen momento para ser científico, si es que hay vocación…”

Entrevista a Graciela Ciccia

Cada 10 de abril* se conmemora el  Día del Investigador Científico y El Día Mundial de la Ciencia y la Tecnología. En tal sentido este Portal dialogó y reflexionó  con la doctora  Graciela Ciccia* miembro del directorio del CONICET,  se especializa en la formulación y gestión de proyectos de innovación en el campo de la salud y la biotecnología, que involucran la articulación de actores públicos y privados y con una amplia trayectoria en Vinculación y Transferencia de Tecnología.

-Una tarea más que relevante el de conformar un organismo tan grande e importante como el CONICET…

Ciertamente, es una institución con más de 10 mil investigadores y 11 mil becarios distribuidos por todo el país. Nuestros investigadores son el activo más importante.

-¿Requiere de algunos cambios el CONICET en esta etapa?

Conicet debe adaptarse a los nuevos tiempos.Se debe fomentar que en la evaluación de los investigadores, también influya su participación en desarrollos tecnológicos. Y sobre todo, hay que impulsar que aquellos que tengan el privilegio de tener una beca doctoral de Conicet,  puedan también verse como emprendedores para impactar social y económicamente generando sus propias empresas. Hay un camino que no es solo el de ingresar a la carrera de investigador.

-Se necesita divulgar la ciencia y estar más interconectados entre sí…

Conicet tiene 60 años de vida, y en las últimas décadas se le dio importancia a difundir su tarea. Y ahora, en tiempo de redes sociales, los comunicadores de ciencia y tecnología empiezan a tener un poco más de peso. El Conicet ha crecido exponencialmente, pero hay que mejorar el vínculo con el sistema productivo tanto desde el organismo como desde las universidades.

-Mucho más ahora, teniendo en cuenta las herramientas digitales para comunicarse…

En general el sistema de ciencia y tecnología, tiene el defecto de no trabajar en red y esto parece difícil de entender. Sé que el Conicet está haciendo una revisión para fomentar la cooperación, primero entre las mismas disciplinas y luego con proyectos multidisciplinarios. Visto desde afuera, y sobre todo porque he trabajado en prospectiva tecnológica, hay muchas cosas en el país que no están sistematizadas. Creo que tendría que haber una política pública orientada al trabajo conjunto de una masa crítica de investigadores. Para mí lo mejor es el trabajo en red y en equipos multidisciplinarios. Hace falta una mayor cooperación e integración entre universidades e institutos de investigación.

Graciela Ciccia, personalidad destacada

Graciela Ciccia, fundadora y directora de la Cámara Argentina de Biotecnología, fue declarada personalidad destacada de la Ciencia por la Legislatura porteña.  La doctora en Farmacia y Bioquímica ha sido una articuladora entre los ámbitos públicos y privados, para el desarrollo de proyectos tecnológicos. Graciela Ciccia reconoció su  dedicación al trabajo, recordó a sus padres que “eran hijos de inmigrantes italianos” y que le inculcaron la obligación de “estudiar, trabajar y practicar deportes”. También explicó que en su colegio secundario había un gran laboratorio y su paso por “la orientación en química”, que la influyó en su vocación, junto con su hermano, que estudiaba medicina. “Nada se pueden hacer sin equipos”, ya que hay que tejer “redes multidisciplinarias” para desarrollar las diversas áreas.

-Investigadores universitarios  e investigadores privados; ¿se requiere una fusión entre ellos?

Todavía falta que los investigadores se animen a pasar al sector privado. La vida académica del científico es una y la productiva es otra. La generación de conocimiento que termina en la publicación de ‘papers’, es un saber específico y destacable, sin embargo en el sector privado hay más exigencias en cuantos a horarios y vacaciones, resultados esperados, diferentes responsabilidades. La vida académica es más elástica. Por ello es deseable que los jóvenes graduados al terminar el doctorado,  tengan la posibilidad de crear sus propias empresas.

-Una cuestión cultural que debería ir cambiando…

No es un trabajo fácil crear puentes entre lo público y lo privado. Cada uno tiene sus tiempos. Los científicos tienen su vida vinculada a la investigación, publicación y formación de recursos humanos. El sector productivo tiene la cabeza puesta en crear nuevos productos y en el financiamiento. Los científicos a veces piensan que los industriales se van a apropiar de sus conocimientos;  y los industriales a veces piensan que los científicos tienen un ritmo demasiado lento para los tiempos empresariales. No deja de suceder que cada sector cuida su “terreno”, es necesario ir cambiando esa mirada… En países desarrollados también se dan estas realidades, pero en situaciones  que ameritan complementarse, lo terminan haciendo.

-A propósito de la biotecnología entre científicos e industriales, ¿cómo se encuentra Argentina en este aspecto?

Falta interacción en lugares comunes, hay que generar estos espacios y las oficinas de vinculación y transferencias deben perfeccionar los mecanismos de interacción. Argentina tiene recursos humanos calificados en muchas áreas de la biotecnología.

-¿Se requiere trabajar más en formular políticas de Estado sobre este punto?

Existen grupos de investigación de alcance internacional en biotecnología en universidades públicas, no obstante, el CONICET, INTA, INTI y otros organismos públicos y privados pero todavía no logran conformar una red o un sistema coordinado con impacto en la fase productiva. En tanto, debe destacarse la alta prioridad política asignada a la biotecnología por parte de la  Secretaría de Ciencia y Tecnología y de otras áreas gubernamentales,

-Dedicarse a la investigación no es fácil…

Para ser científico, se necesita vocación, perseverancia, espíritu de sacrificio como ocurría en generaciones pasadas. No obstante, se obtienen muchas satisfacciones, se genera conocimiento, se trabaja en un ambiente intelectual desafiante y se forman recursos humanos. El método científico es una herramienta fundamental, no sólo en el ejercicio de la profesión, sino que forma a las personas en profundidad para manejarse con resultados basados en la evidencia.

-El rol de la mujer como investigadora y en el ámbito de la ciencia…

Si bien hay muchas investigadoras, en particular, en este momento hay un movimiento tendiente a visibilizar más sus logros. Mi deseo es que las jóvenes se animen a competir para  ocupar lugares de decisión, y marcar con ello la impronta femenina en la conducción, sin dudas es una oportunidad que no debemos desaprovechar.

*Graciela Ciccia, es Doctora en Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires. Ha sido directora de Vinculación Científica Tecnológica del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (1998-2004); Subsecretaria de Transferencia Tecnológica de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, Universidad de Buenos Aires (1991-1998); Investigadora del CONICET y Profesora de Biotecnología. Tiene más de 40 publicaciones en revistas con referato, y cinco libros publicados en su especialidad. Ha liderado proyectos desde la etapa de investigación y desarrollo a escala de laboratorio hasta planta piloto y producción industrial en empresas de biotecnología. Actualmente es Directora de Innovación y Desarrollo Tecnológico del Grupo INSUD. Miembro fundador de la Cámara Argentina de Biotecnología. Es Presidente del Departamento de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Unión Industrial Argentina Miembro del Directorio CONICET. Miembro del Directorio de Inmunova .Fue distinguida por el MINCYT con el premio INNOVAR 2010 y 2011, en la categoría Vinculación y Transferencia de Tecnología, Innovar 2013 en la categoría Investigación Aplicada, Innovar 2015 en la categoría Producto Innovador. Fue distinguida por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires como Personalidad Destacada en Ciencia y Tecnología en 2017.

*Reseña: El 10 de abril de 1887 nacía en Buenos Aires Bernardo Houssay, en cuyo homenaje se celebra hoy el Día de la Ciencia y la Técnica. Luego de concluir la escuela primaria en apenas dos años, el joven Houssey se recibiría de Bachiller a los 13 años, sería farmacéutico a los 17 y recibiría su diploma de médico a los 21 años, preanunciando lo que sería sus exitosa carrera como investigador.